Málaga es uno de los destinos vacacionales más elegido en el ámbito nacional y por qué no decirlo, internacional. Su secreto puede ser una mezcla de gastronomía, cultura y ocio. Pero además, es el lugar elegido por muchos extranjeros de la Unión Europea (e incluso norteamericanos) como destino de jubilación, donde pasar el otoño de sus vidas.
El secreto además de todo lo anterior, puede ser también el clima tan amable durante la mayor parte del año, la amplia oferta de ocio deportivo, destacando el golf y por su puesto, su oferta gastronómica y la bondad de sus alimentos.
Debido a esta gran demanda, la ciudad de Málaga cuenta con una exquisita gastronomía propia, pero además, cuenta con una amplísima variedad de restaurantes que representan al resto de España y al mundo entero: restaurantes de comida leonesa, cocina gallega y asturiana, restaurantes asiáticos, comida africana, delicias exóticas de América del Sur,… así como otro tipo de alimentación más, como decirlo, comercial: pizzerías, burguers, self services, etc.
En cuanto a la típica cocina malagueña, podemos destacar auténticas maravillas como la porra antequerana, el mítico ajoblanco, los huevos rotos, el guiso de hinojo, el caldo de pintarroja, la caldereta de chivo lechal y como no…. los espetos de sardina a pie de playa.
Y es que hablar de los famosos espetos es hablar de la costa malagueña. Es una parada obligatoria uno de los numerosos chiringuitos, muchos abiertos durante todo el año, para degustar esta delicia. Los especialistas en espetos asan el pescado en brasas situadas en la misma playa, normalmente sobre una barca decorada y preparada para tal fin.
Esta tradición es del siglo XIX y se conserva hoy en día, convirtiendo a los espetos de sardinas en uno de los símbolos inequívocos de la gastronomía de la Costa del Sol.
Los mejores lugares para degustar este manjar son los chiringuitos de Málaga centro y de Torremolinos, aunque también puedes encontrarlos en zonas de Fuengirola o centro de Marbella. En definitiva, cualquier rincón en una playa es un lugar perfecto para montar una barca con brasas y preparar este plato malagueño, patrimonio de la humanidad, ¿por qué no?.
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